miércoles, 2 de febrero de 2011

Un antiguo volcán teñido de verde azulado

El Valle de Antón es una villa asentada entre las serranías del istmo panameño. Pero en verdad, no se trata tanto de un valle ni de simples cadenas serranas; sino de un antiquísimo cráter volcánico ya extinto.
Está a dos horas de la ciudad de Panamá, conectado por la ruta Panamericana (120 kilómetros). El pueblo está a 700 metros sobre el nivel del mar, pero alguna de sus cumbres superan los 1100 metros.
La vegetación resguarda la curiosa especie de los árboles cuadrados. El clima templado y húmedo ofrece las mejores condiciones para los animales anfibios que se cruzan por la carretera, por los patios de la casas y ambientes hogareños; se trata de un espacio ecológico privilegiado.
Las calles asfaltadas zigzaguean los cerros dentro del mismo pueblo, suben por la zona rural y atraviesan arroyos y ríos de caudal permanente. Llueve mucho en Antón.
En la zona impera el color verde, algunos con tonos más apagados y otros oscuros, otros verdes están poderosamente saturados. La línea de montaña del antiguo volcán custodia el pueblo, y este verde se torna azulado.

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